La astaxantina es uno de los antioxidantes naturales más eficaces a la hora de combatir los signos de envejecimiento, además de contar con propiedades antiinflamatorias.
Se ha demostrado su efecto, en líneas celulares y en animales, contra el cáncer, enfermedades crónicas inflamatorias, síndromes metabólicos, enfermedades cardiovasculares, enfermedades gastrointestinales y del hígado, enfermedades neurodegenerativas, enfermedades oculares, y en enfermedades de la piel.
Luego de una comparación con otros antioxidantes, se demostró que la astaxantina es más potente que los que ya conocemos, como la luteína, betacaroteno y la Vitamina C. Incluso, con los estudios y fuentes demuestran que es 6000 veces más fuerte que la reconocida Vitamina C.